Señor ¿por qué a veces se me olvida que estás ahí? Todo el día corriendo para acá y para allá. Debo detenerme...
“ Señor, me gustaría detenerme en este mismo instante. ¿Por qué tanta agitación? ¿Para qué tanto frenesí?. Ya no se detenerme. Me he olvidado de rezar. Cierro ahora mis ojos. Quiero hablar contigo, Señor. Quiero abrirme a tu universo pero mis ojos se resisten a permanecer cerrados. Siento que una agitación frenética invade todo mi cuerpo, se agita, esclavo de la prisa. Señor, me gustaría detenerme ahora mismo. ¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué tanta agitación?...
Mi corazón continua latiendo pero de una manera diferente. No estoy haciendo nada, no estoy apurándome. Simplemente, estoy ante Ti, Señor. Y qué bueno es estar delante de TI. Amén." P. Ignacio Larrañaga
Ayúdame mi Señor, en todas las pruebas que me salgan al paso.
martes, 16 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario